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La hermana de Geomara la espera feliz en casa, ella era quien la acompañaba el día del disparo.
La pequeña aún no puede caminar, pero los doctores esperan que la rehabilitación cambie ese panorama
Casi dos meses pasaron para que la pequeña Geomara pueda recuperarse de los daños provocados por una bala que recibió en un confuso incidente en julio pasado en el sector de Pascuales, al norte de Guayaquil.
Olga Acosta dice que sus oraciones fueron escuchadas y luego de 50 días de incertidumbre y sufrimiento por fin su hija podrá regresar a casa: “Mi hija está contenta, estaba de risa, ella alzaba su camiseta aunque no puede muy bien porque estaba acostadita, pero alzaba su camiseta para arriba que ganó Barcelona”.
La niña recibió un balazo el pasado 26 de julio cuando caminaba junto a su hermana. Desde ese día permanece en el Hospital Roberto Gilbert. Mañana le darán el alta.
Inicialmente los médicos confirmaron que tenía un cuadro complicado, pero su evolución ha sido impresionante.
La bala dañó parte de sus órganos en el área del estómago y comprometió su columna por lo que aún no puede caminar. Sin embargo, recuperó la movilidad de sus piernas y deberá estar en rehabilitación para volver a dar pasos.
“El doctor ha dicho que sí va a volver a caminar, con terapias y todo eso, pero creo que las rehabilitaciones son dos meses por semana”, comenta la madre.
En su casa, su familia la espera con entusiasmo. Su hermana Estefanía arregla la habitación en la que estará Geomara: “Después de la operación de la columna, Dios es grande, es una luchadora, ha salido adelante como todos los niños que están en el hospital”.
El tiempo para su recuperación total podría ser de seis meses, uno de los sueños de la niña es regresar a la escuela y volver a jugar junto a sus amigos.
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