25 jul 2014 , 08:46

Guayaco que se respeta...

Las personas son las que mejor ayudan a definir lo que significa una ciudad.

¿Qué son las ciudades sino las personas que la habitan? En el caso de Guayaquil, sus residentes tienen una particular forma de ver la vida, señas particulares que los definen y con las que se reconocen.

 

No es mucho el tiempo que ha transcurrido pero la frase llegó para quedarse, antecede una cualidad, podría decirse que una virtud y entonces lo define, lo dibuja, al ciudadano y entonces, Guayaco que se respeta no se muere de hambre.

 

Rolando Cajas juega cartas en una vereda, él trabaja conduciendo volquetas que retiran material de construcción pero dice que la cosa está mala pero eso no puede ser impedimento para la superviviencia.

 

Guayaco que se respeta hace deporte hasta en la calle. En la calle 24 entre García Goyena y Camilo Destruge uno puede ver los más intensos partidos de volley de la ciudad. Los pobladores cuentan que aquí se juega buena plata, miles de dólares se apuestan dentro y fuera de la cancha, que no es sino una calle pintada. Aurelio Arreaga cuenta que cuando se manejaba el sucre llegaron a correr millones en estas calles (canchas).

 

Guayaco que se respeta no tiene horario si de comer un encebollado se trata. El 'guayaco' sabe dónde se come un encebollado a cualquier hora. Un negocio porteño de encebollados tiene 40 años y siempre ha sido así, sobre unas mesas se instalan las ollas, la parafernalia toda del encebollado de las tardes. Esto lo inició el abuelo de José Castillo y desde allí a nadie se le ha ocurrido detenerse.

 

Estas son solo tres de las características de quien habita la Guayaquil multifacética y popular.Esa ciudad que respira, que palpita en su gente, que tiene tantas verdades como pisadas, que se mueve hacia donde la lleva el viento.

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