26 sep 2014 , 02:35

El Reino Unido cuenta con cazas, submarinos y drones para sus ataques al EI

Durante este fin de semana se esperan los primeros ataques británicos.

Los bombardeos del Reino Unido contra posiciones el Estado Islámico (EI) en Irak podrían involucrar aviones de combate Tornado, submarinos con capacidad para lanzar misiles Tomahawk y drones no tripulados.

 

Durante este fin de semana se esperan los primeros ataques británicos, que llevarían a cabo los seis cazas Tornado GR4 que la Real Fuerza Aérea británica (RAF) mantiene en una base militar de Chipre desde agosto.

 

La flota de combate de la RAF tiene además a su disposición un avión Voyager, una aeronave de 60 metros de envergadura que permite repostar en el aire y que el ejército británico adquirió en 2011 para sustituir a los antiguos VC-10 y Tristan.

 

Los cazas Tornado son aparatos biplaza de 16,72 metros que pueden alcanzar velocidades de 1,3 Mach (unos 1.600 kilómetros por hora, más allá de la velocidad del sonido) y volar por encima de los 15.000 metros.

 

Los seis aviones británicos emplazados en Chipre han colaborado hasta ahora con labores de información en la misión estadounidense en Irak.

 

Los Tornado pueden ir armados con misiles aire-tierra Brimstone guiados por radar, que pueden ser utilizados para destruir objetivos pequeños, como vehículos, desde largas distancias.

 

La cabeza de esos proyectiles permite dos fases de detonación para abrirse paso primero a través de un blindaje y destruir después su objetivo.

 

Los cazas británicos pueden cargar asimismo hasta cinco bombas Paveway IV, guiadas por láser, que ofrecen mayor precisión que otras armas de la misma categoría, requieren menos mantenimiento y son menos sensibles a las interferencias en los sistemas de navegación.

 

También es posible armar a los Tornado con dos misiles crucero de largo alcance Storm Shadow, aptos para destruir edificios y que ya fueron utilizados en la guerra de Irak que se inició en 2003, así como con un cañón automático de 27 milímetros Mauser.

 

Los aviones del ejército británico, con dos motores Rolls-Royce RB 1999 Mk 103, están equipados asimismo con radar, infrarrojos y tecnología de visión nocturna para permitir los vuelos con baja visibilidad, así como para identificar objetivos en tierra.

 

Otra opción de ataque sería el lanzamiento de proyectiles Tomahawk desde submarinos de la Marina Real Británica (Royal Navy), equipados con misiles crucero desde los años 90.

 

Los Tomahawk IV tienen un rango de alcance que sobrepasa los 1.600 kilómetros y pueden ser redirigidos hacia un nuevo objetivo una vez han sido lanzados.

 

El pasado julio, Estados Unidos aprobó la venta de 65 misiles Tomahawk IV al Reino Unido por valor de 140 millones de dólares (109 millones de euros).

 

La marina británica cuenta con submarinos de reacción nuclear de clase Trafalgar con capacidad para lanzar esos misiles de crucero.

 

Ese tipo de naves se diseñaron para cumplir las necesidades de la Guerra Fría y pueden dar la vuelta al globo sin salir a la superficie.

 

El ejército británico podría utilizar también para la ofensiva en Irak aviones no tripulados Reaper, que ya fueron utilizados en operaciones en Afganistán.

 

El Reino Unido tiene cinco aviones no tripulados (drones) aptos para desarrollar tanto misiones de reconocimiento como de ataque. 

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