18 sep 2014 , 08:17

El papa con Kirchner: Argentina acude a la mano de Dios

Kirchner está impedida constitucionalmente de una nueva reelección y la lucha por el poder.

La presidenta argentina Cristina Kirchner, invitada el sábado al Vaticano, se aferrará a la mano de Dios que le tiende el papa Francisco antes de subirse a la tribuna de las Naciones Unidas para denunciar los ataques de fondos especulativos a la estabilidad financiera mundial.

 

Kirchner, de 61 años, una peronista de centroizquierda, abordará el tema de la batalla contra los fondos en el almuerzo que compartirá con el jefe de la Iglesia Católica en la casa de Santa Marta, en momentos de una delicada situación económica y financiera en Argentina.

 

"No es descabellado (que traten el conflicto por la deuda). Él es sensible a todo lo que significa la economía. Seguramente van a tener una conversación muy rica en todo sentido", respondió a la prensa uno de los jefes del protocolo vaticanista, Guillermo Karcher.

 

El Papa "tiene posición tomada sobre las asimetrías internacionales y el papel negativo de la usura dentro del capitalismo financiero", dijo a la AFP Ricardo Rouvier, sociólogo y director de la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad de Buenos Aires.

 

La mandataria hablará en la Asamblea General el miércoles, tras lograr apoyo en la ONU de 124 países a la iniciativa de regular los procesos de reestructuración de la deuda, aunque la mayoría de las potencias, entre ellas Estados Unidos, votaron en contra o se abstuvieron.

 

El dios dinero 

"El actual sistema económico, que idolatra a un dios llamado dinero, nos está llevando a una tragedia", dijo el Papa este mes ante una multitud en una misa en la ciudad italiana de Cagliari.

 

Meses atrás, en una audiencia, el hombre que tuvo simpatías juveniles por el peronismo según sus biógrafos, dijo que "cuando una familia no tiene para comer porque debe pagar la deuda a los usureros, eso no es cristiano, no es humano".

 

Ambas frases guardan coincidencia con la postura de Kirchner contra los fondos ("buitres" en la jerga financiera), que le ganaron un juicio al país en Nueva York por una deuda en mora por 1.330 millones de dólares.

 

Los fondos habían comprado a precio vil bonos del monumental default de 2001 y apostaron sólo al cobro del 100% de su valor.

 

La represalia por el incumplimiento argentino a la sentencia fue bloquear pagos de la deuda a la mayoría de acreedores (93%) y provocar en julio un "default selectivo", según calificadoras de riesgo.

 

Desde entonces se disparó la incertidumbre y la brecha entre el tipo de cambio oficial y el informal alcanza esta semana al 77%, con amenaza sobre las reservas monetarias.

 

Tránsito ordenado

A Kirchner le restan 14 meses de su segundo y último mandato en el peor escenario, con la economía en recesión, caída de exportaciones, escasez de dólares y el conflicto con acreedores en un callejón sin salida.

 

"Cuiden a Cristina", contó el influyente líder empresario José de Mendiguren que le suplicó Francisco al recibirlo en Roma, preocupado por un tránsito ordenado hacia las presidenciales de 2015.

 

Kirchner está impedida constitucionalmente de una nueva reelección y la lucha por el poder, incluso dentro del gobernante peronismo, suele ser encarnizada y violenta.

 

"Al Papa le preocupa la gobernabilidad, la sana democracia. Es argentino, ha vivido lo que todos hemos vivido en la historia más reciente. Es imperioso acompañar este proceso democrático", agregó Karcher.

 

El encuentro será el tercero desde que fue ungido el cardenal Jorge Bergoglio, designación que marcó un giro de 180 grados en su relación con la mandataria.

 

Las homilías de Bergoglio en la Catedral de Buenos Aires contra la corrupción y la pobreza indignaron a tal punto al extinto marido de la presidenta, el mandatario Néstor Kirchner (2003-2007), que trasladó a las provincias el Tedeum por la revolución patriótica de Mayo de 1810.

 

"Néstor Kirchner le había declarado la guerra (a Bergoglio) al verlo como un líder de la oposición", dijo el vaticanista Gianni Valente, de la agencia Fides.

 

Pero después de la elección de Bergoglio en marzo de 2013, han desarrollado "una relación muy positiva, de mucho respeto", dijo Karcher.

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