09 sep 2014 , 10:28

'Jack el Destripador': El verdadero rostro del asesino

Según investigaciones el asesino fue Aaron Kosminski, un njoven polaco que emigró en 1882 a Londres.

Un chal femenino de hace más de un siglo pudo determinar la verdadera identidad del asesino serial más famoso y enigmático de la historia, se trata de ‘Jack el Destripador’.

 

La historia de esta revelación inicia cuando el empresario Russell Edwards compró la prenda en una subasta y la sometió a unas pruebas genéticas con la ayuda de Jari Louhelainen, experto en análisis de material genético.

 

Louhelainen consiguió extraer muestras de ADN del chal tras 126 años y las comparó con uno de los sospechosos del asesinato de una prostituta en Londres.

 

Los resultados indicaron que el asesino fue Aaron Kosminski, un joven polaco que emigró en 1882 a Londres, donde trabajó de peluquero.

 

Los investigadores señalan que tenía 23 años cuando cometió los asesinatos y que era esquizofrénico. Fue internado en un centro psiquiátrico y murió allí a los 53 años.

 

Con el misterio resuelto, quedan descartados el resto de los sospechosos de cometer los asesinatos, incluyendo a Lewis Carroll, autor de ‘Alicia en el País de las Maravillas’; el príncipe Albert Víctor, nieto de la reina Victoria; o el pintor Walter Sickert.

 

Sin embargo, no es es la primera vez que alguien afirma haber identificado al misterioso asesino, en 2011, el exdetective de homicidios británico Trevor Marriott reveló, tras una exhaustiva investigación, que el comerciante alemán Carl Feigenbaum habría sido en realidad ‘Jack el Destripador’.

 

Un año más tarde, en 2012, el matemático uruguayo Eduardo Cuitiño dijo que el autor de las matanzas fue Stephen Herbert Appleford, un cirujano con coeficiente intelectual superior a la media.

 

‘Jack el Destripador’ es el más conocido de los alias que se le dio a un asesino en serie no identificado que cometió varios crímenes en 1888, principalmente en el distrito de Whitechapel, en Londres.

 

El citado apodo se originó de una carta escrita por alguien que se adjudicaba los asesinatos bajo este alias.

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