03 abr 2014 , 06:22

Las premuras de Ecuador para lograr un acuerdo comercial con Europa

Quito quiere finalizar un convenio que le permita seguir siendo competitivo en el mercado europeo.

Los camaroneros de Ecuador esperan que se termine lo antes posible la negociación de un acuerdo comercial con la Unión Europea para poder seguir siendo competitivos frente a la producción de Colombia, Perú o Centroamérica en ese mercado.

 

Con ventas de US$625 millones, el europeo es el destino de exportación más importante para los camarones ecuatorianos. Actualmente ese producto paga 3% de arancel gracias al Sistema General de Preferencias Plus (SGP), pero ese sistema vence a finales de año.

 

Sin el SPG y sin acuerdo comercial, ese producto pasaría a pagar un 12% de impuesto, nueve puntos más que en la actualidad, mientras que los provenientes de Colombia, Perú y Centroamérica pagan cero, lo que reforzará su competitividad en precios.

 

Comercialmente hablando Ecuador corre el riesgo de quedar como una isla y de ahí que las negociaciones tengan un cierto sentido de urgencia.

 

En 2009, Ecuador postergó los acercamientos a causa de la disputa del banano y el presidente Rafael Correa advirtió entonces contra "el bobo aperturismo" del que dijo que "puede quebrar países".

 

Pero esta semana, concluida la segunda ronda de negociaciones entre las comisiones en Quito, Correa afirmó que el país tampoco puede caer en un "bobo proteccionismo", refiriéndose a la inconveniencia de proteger una industria ineficiente.

 

Sin tiempo que perder

Para los empresarios ecuatorianos no hay tiempo que perder y el caso del sector camaronero les sirve como la mejor ilustración.

 

"El acuerdo comercial con Europa es crucial", dice a BBC Mundo el director ejecutivo de la Cámara Nacional de Acuacultura, José Antonio Camposano, y reitera que, de no darse, representaría una pérdida de mercado con alto efecto en este sector que genera 180 mil puestos de trabajo.

 

Una situación similar situación se refleja en otros productos ecuatorianos destinos al mercado europeo.

 

La balanza comercial entre Ecuador y la UE tiene superávit para el país sudamericano de 271 millones de dólares.

 

Las exportaciones ecuatorianas al bloque comunitario fueron de 3.051 millones de dólares, mientras que las importaciones registraron 2.780 millones de dólares en 2013, según datos del Ministerio de Comercio ecuatoriano.

 

La Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) ha calculado que si no se logra un acuerdo comercial la pérdida acumulada en los tres primeros años de impacto podría sumar más de US$2.500 millones.

 

"Proteger ineficiencias"

El gobierno del presidente Correa parece compartir el sentido de urgencia del sector empresarial ecuatoriano.

 

"Si después de 10 años, nuestra industria no es capaz de competir con bienes industriales que tienen que atravesar un Atlántico y toda Sudamérica para llegar a Ecuador, bueno, ya eso es proteger ineficiencias", dijo el mandatario.

 

Aunque aclaró que "no estamos dispuestos a firmar a cualquier costo. Siempre respetando ciertas líneas rojas para proteger la producción, el empleo e incluso la soberanía nacional".

 

Las mesas de negociación tratan los tópicos de Origen, Acceso al Mercado de Bienes Industriales, Servicios, Acceso al Mercado de Agricultura y de Indicaciones Geográficas y Contratación Pública e incluyen temas que van desde propiedad intelectual, biodiversidad y productos tan variados como el banano, atún, automotores y farmacéuticos.

 

El analista económico Manuel Chiriboga dijo a BBC Mundo que luego de años de "dubitación" en aspectos de la política comercial de Ecuador, hoy se ve una mayor apertura del gobierno en varios temas de la negociación, más allá de que se mantienen temas sensibles que requieren un acercamiento de las partes.

 

"Ahora necesitamos en cierta manera forzar la marcha de la negociación, apuntar a que ella termine alrededor de junio, con el fin de avanzar en el proceso de ratificación del acuerdo, con alguna cláusula de transición sobre los beneficios del SGP plus. Obviamente no es siempre lo más conveniente este sentido de premura", concluye el analista.

 

Los jefes negociadores, Matías Jorgensen por la UE, y Roberto Betancourt por Ecuador, firmaron en Quito un convenio de conclusiones que anota que se lograron avances, que si bien "no fueron uniformes, el balance final de la II Ronda es positivo, pues se han superado muchos de los problemas que habían demorado los trabajos en las semanas anteriores".

 

¿Y después de 2014?

El gobierno ecuatoriano espera concretar el acuerdo con la Unión Europea a mediados de este año.

 

"Ecuador no está apurado en cerrar la negociación". "De nuestro lado, vamos a hacer lo que sea necesario para poder negociar adecuadamente"

 

Sin embargo, Rivadeneira reconoció esta semana que "todos los escenarios nos llevarían a pensar que el Parlamento Europeo se pronunciaría a favor de la negociación no antes de 2015".

 

Lo cual plantea la duda de qué pasará con los productos del país sudamericano que se benefician de esas preferencias arancelarias que concluyen a fin de 2014.

 

El ministro señaló que en ese caso se espera lograr un mecanismo con los europeos "para no tener que pagar aranceles hasta que entre en vigencia el acuerdo".

 

No obstante, tradicionalmente hay una distancia entre el cierre de las negociaciones y la entrada en vigencia de los acuerdos. En los casos de Colombia y Perú, fue de unos tres años.

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