Oxigenación del Estero Salado empieza a dar resultados en varios puntos de Guayaquil
Moradores de los sectores donde se implementó este proyecto dicen ver como ha mejorado el Estero.
En las orillas del Estero Salado se respira otro aire, uno mas puro, esto gracias a las bombas de oxigenación forzada que el Ministerio de Ambiente colocó en varios puntos del brazo de mar.
Todas las mañanas, Víctor Ortega se deleita observando el Estero Salado. Vive desde hace 15 años en la décima y Francisco Segura y ha sido testigo del cambio que ha dado el brazo de mar gracias a las bombas de superoxigenación que instaló el Ministerio del Ambiente, como parte del proyecto Guayaquil Ecológico.
Ortega cuenta que el agua del estero era rojiza, pero ya está cambiando de color. “Ya no se respira el mal olor que antes había, antes no se soportaba, pero ahora ya no se percibe mal olor”, comenta el morador.
Hay seis estaciones de superoxigenación instaladas en varios sectores de la ciudad:
- Las Garzas, en Urdesa Norte.
- Puente ecológico de la ciudadela Kennedy.
- Francisco Segura y la décima.
- Segundo callejón Domingo Savio y la 19, sobre el estero Puerto Lisa.
- Callejón 29 y la G, en el estero Mogollón.
- Guerrero Valenzuela y la I, en l estero 'Las Ranas'.
En este último punto, los moradores han vuelto a bañarse en las aguas del estero, los niños pescan y las gaviotas buscan alimento.
Las bombas se colocaron en los puntos catalogados como críticos por la elevada concentración de mercurio y plomo en los sedimentos del estero, así como alta concentración de bacterias fecales.
Tras 30 años de contaminación, el agua del estero tenía un nivel de menos uno de oxígeno.
Ahora, en cada estación una bomba colocada en la profundidad del estero succiona el agua, la cual pasa a través de tubos hasta un reactor en donde se mezcla con el oxígeno tomado del aire, gracias a una planta especializada, y finalmente es devuelta al estero.
Sin embargo, ambientalistas como Mónica Solano y Sol Cifuentes, de Amigos del Estero, consideran que la superoxigenación es solo un paliativo para la contaminación del estero, dicen que hacen falta otras medidas definitivas.
El Ministerio de Ambiente dice estar consciente de ello, por eso trabajará con otras entidades, incluyendo al Municipio de Guayaquil, para controlar las descargas industriales e iniciar la reforestación del manglar.
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