27 ago 2014 , 02:51

Los deportes extremos son los más seguros en el "estado niñera" de Singapur

Se puede practicar surf, saltos al vacío y otros deportes extremos, pero con total seguridad.

¿Quién dijo que un salto al vacío es peligroso? El mayor simulador de caída libre del mundo permite practicar esta disciplina con total seguridad en Singapur, el llamado "Estado niñera" de Asia.

 

Choo Yixuan, una singapurense de 13 años, se tira tres veces por semana al vacío sin preocupar a sus padres: el lanzamiento tiene lugar en un túnel vertical de viento, de la altura de un edificio de cinco pisos, que le permite vivir la sensación de lanzarse en paracaídas.

 

Esta adicta confesa a la adrenalina es una más en las filas de jóvenes de Singapur que experimentan versiones de deportes cuyo único elemento extremo es su nivel de seguridad.

 

"No veo nada 'extremo' en el lanzamiento en paracaídas interior, de hecho es muy, muy seguro", dijo Choo, quien estudia en la escuela de deportes de élite de Singapur y aspira a ser nadadora profesional.

 

Un estudio reciente de la facultad de Medicina de la Universidad de Michigan indicó que los deportes extremos en Estados Unidos causaron en 2010-2011 cuatro millones de heridos, 11% de ellos en la cabeza y el cuello.

 

Este balance sería inaceptable en Singapur, una pequeña isla con poco más de cinco millones de habitantes, tradicionalmente conocido como el "Estado niñera de Asia" por sus políticas señaladas como sobreprotectoras.

 

El inédito simulador de caída libre iFly tiene mucho éxito y ya ha atraído a 150.000 visitantes desde su inauguración en la ciudad Estado.

 

Los aficionados a los deportes extremos podrán disfrutar de otras emociones en Singapur, como deslizarse por laderas heladas dentro de una "estación de esquí" interior, hacer "surf" en el agua con una tabla de skate o probar un telesquí sobre un estanque. 

 

"Las jóvenes generaciones de singapurenses buscan deportes extremos que ofrezcan experiencias emocionantes, pero calculan el nivel de riesgo", declaró a AFP Lawrence Koh, creador de iFly.

 

- "Un entorno más controlado" -

 

Uno de estos aficionados, Vernon Quek, un pastor cristiano de 28 años, viene todas las semanas a iFly para practicar "Dynamic 4 Way", una forma de salto sincronizado en el vacío. Estos saltos se hacen sin aviones o paracaídas, pero requieren conocimientos similares: "Es importante para dominar las posiciones básicas", explica. 

 

"Después de eso, ser capaz de tomar velocidad dentro de un túnel, de volar y controlar las manos, los pies, el cuerpo, etc. produce un gozo inmenso", cuenta el joven pastor. 

 

Otro aficionado a las sensaciones fuertes, Greg Pavlov, un australiano de 22 años expatriado en Singapur, estima que los deportes extremos evolucionan a gran velocidad en la pequeña ciudad Estado. 

 

"Hay un gran potencial. No hay mucho terreno en Singapur, pero estos lugares demuestran que también se pueden practicar deportes al aire libre en espacios pequeños" cuenta a la AFP este joven en el complejo Ski360Degree, adonde vino a practicar wakeboard. 

 

En este deporte le atan a una cuerda unida a una lancha en un estanque, que se desliza sobre el agua mientras él se mantiene sobre una tabla tipo surf, en un circuito de 650 metros, donde llega a alcanzar una velocidad de 58 km/h. 

 

"Muchos de nuestros clientes consideran que los deportes náuticos practicados fuera del mar son más seguros, dentro de un entorno más controlado", declara Roy Teo, director ejecutivo del complejo. 

 

Otros aficionados a los deportes extremos en Singapur creen que el precio es un obstáculo para esta práctica. Dos horas en el complejo Ski360Degree cuestan 64 dólares de Singapur (38 euros) durante el fin de semana, y hay que pagar 99 dólares de Singapur (80 dólares, 60 euros) por dos saltos al vacío de 45 segundos. 

 

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