25 nov 2014 , 10:35

San Antonio de Ibarra, fuente del arte religioso en Ecuador

En sus talleres se esculpen las imágenes de madera que ponen el nombre del país en el mundo.

Llegar a San Antonio de Ibarra es llegar a la fuente de arte religioso más importante del país. Es como retroceder en el tiempo.

 

Jorge Luis Villalba es propietario de uno de los tantos talleres que hay en la ciudad y nos invitó a su casa que a la vez es su taller en el que trabajan cerca de 20 personas.

 

Allí a los bloques de madera se les va dando forma con el martillo y una especie de cincel que se lo conoce como formón.

 

En otro sector del taller se hacen los detalles y las obras más pequeñas. Una escultura se elabora por partes que de a poco se van ensamblando, como los brazos y hasta el rostro.

 

El encargado de diseñar los ojos es Edison Méndez. Desde el frente se va abriendo un hueco, el cuál luego se complementa por la parte de atrás.

 

Cuando está listo se pone una pasta que permite pegar el cristal al que se le ha dado tamaño y forma con calor.

 

Se elimina el exceso y luego se le da el color con extrema delicadeza.

 

En una especie de galpón, también parte del taller, están las obras de mayor tamaño.

 

Algunas de las esculturas de los apóstoles llegan a medir un metro setenta, y servirán para la representación en tamaño natural de la última cena. Todo viajará a España en un contenedor.

 

En San Antonio ya se han realizado obras gigantes. Por ejemplo retablos de hasta 15 metros de alto han sido también exportados.

 

Es San Antonio una parroquia donde el arte es vida y la vida es para el arte.

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